SIEMPRE HABRÁ UN MAÑANA: UN PREMIADO GUIÑO AL NEORREALISMO

Foto de Joel Poblete

por Joel Poblete

Desde los primeros minutos, «Siempre habrá un mañana» va dejando en claro los elementos que la caracterizarán. Comienza un nuevo día en el hogar de la familia protagonista y, en la habitación de Ivano y Delia nos sorprendemos con algo inesperado y sin mayor explicación, que denota un momento dramático, el que sin embargo se ve contrastado en los siguientes segundos con la rutina de cada mañana, mientras los cinco integrantes del grupo familiar se van levantando y de fondo escuchamos la grata voz de Fiorella Bini entonando las encantadoras melodías de la canción «Aprite le finestre». Estamos en la Roma de 1946, las imágenes son en blanco y negro y, aunque la canción es ligera y amable y se ven situaciones que pueden causar gracia, la sorpresa inicial y las humildes condiciones en que viven estas personas nos indican que también podemos estar ante un drama.  

Y en ese equilibrio intenta mantenerse esta producción que acaba de llegar a la cartelera local y que desde su estreno mundial en octubre pasado en el Festival de Roma -donde recibió tres premios- se transformó en el film italiano más exitoso del último año, superando las cifras de hitos internacionales como «Barbie» y «Oppenheimer», y además fue una de las más nominadas en los David di Donatello, donde fue candidata a 18 premios incluyendo Mejor Película, y finalmente recibió seis estatuillas, entre ellas Mejor Guion Original, Mejor Actriz y Mejor Debut en Dirección, todas ellas recibidas por una misma persona, Paola Contellesi, la actriz que además de interpretar a la protagonista Delia concretó acá su ópera prima como realizadora.  

GUIÑOS AL NEORREALISMO

Mientras intenta sobrellevar el cotidiano machismo y los malos tratos no sólo de su esposo, sino además de su suegro postrado en cama al que tiene que cuidar durante el día, Delia debe cumplir con sus deberes como madre y ama de casa y, aunque en teoría tendría pocos motivos para ser feliz, tiene una personalidad que la ayuda a salir a flote incluso aunque tiene que soportar tantas cosas negativas y de todos modos se las arregla para sonreír en algunos breves momentos, como cuando puede compartir con su amiga Marisa, cuando conversa con el hombre con quien pudo haberse casado, o especialmente cuando se ilusiona con la posibilidad de que su hija Marcella se pueda casar y tener un futuro mucho mejor que la vida que le ha tocado a ella.

El ya mencionado balance entre drama y comedia es uno de los ejes de «Siempre habrá un mañana», que transitará entre el melodrama y la más típica comedia costumbrista a la italiana, además de los evidentes guiños al neorrealismo, que son justamente eso, guiños cosméticos en lo formal (imágenes en blanco y negro, ambientación en la Italia de posguerra, contexto socioeconómico), porque en su espíritu y esencia no es verdaderamente neorrealista, y ni de lejos puede compararse con las inolvidables obras maestras que nos dejaron maestros como Rossellini o De Sica. En verdad el neorrealismo acá está más presente a través de clichés y lugares comunes en los que abunda el guion escrito por la propia Cortellesi junto a Furio Andreotti y Giulia Candella, y en el cual además del comienzo habrá más sorpresas, algunas más determinantes y que dividirán las opiniones del público, pero que por supuesto es mejor no adelantar por acá.

ACIERTOS Y DESACIERTOS DE UN DEBUT

Son decenas las actitudes, reacciones y situaciones exageradas y forzadas que nos muestra la trama donde se echa de menos mayor sutileza y matices, por mucho que se entiende que eso es lo que mucha gente asocia con el ADN de las comedias italianas. A esto hay que agregar algunas decisiones formales que tampoco serán apreciadas por igual por todas las audiencias, como la manera en que se abordan visualmente los momentos de violencia intrafamiliar, o el uso de canciones contemporáneas en determinados instantes para generar un efecto anacrónico, recurso que en otras películas funciona muy bien pero acá no es para todos los gustos.

Pero esas son consideraciones subjetivas, y por supuesto que también hay que reconocer que algo debe tener el film para lograr tanto éxito y cosechar elogios y críticas positivas a nivel internacional, además de conseguir emoción y risas en quienes lo ven. Para ser su debut como directora, Paola Cortellesi sabe manejar muy bien el ritmo y fluidez del relato, y cuenta con el apoyo de un buen equipo artístico y técnico, desde la correcta fotografía en blanco y negro de Davide Leone a la atractiva ambientación de época, liderada por el diseño de producción de Paola Comencini y la dirección de arte de Marc’Antonio Brandolini. Y como era de esperar al ser una experimentada actriz con dos décadas de trayectoria fílmica, no sólo destaca ella misma por su vital y creíble interpretación de esposa sufrida y resiliente, sino además la realizadora logra buenos resultados de su elenco, en el que figuran desde actores jóvenes hasta veteranos como Giorgio Colangeli -actor en películas de directores como Ettore Scola y Paolo Sorrentino, y recientemente visto también en «Inmaculada»- y Valerio Mastandrea encarnando a su suegro y su esposo, respectivamente. Gracias a las actuaciones del reparto se logra que muchos de esos personajes que en verdad están al borde de la caricatura, puedan sentirse reales, o al menos que los espectadores les crean. El factor humano que conecta con el público es aquí clave, y por supuesto que por sobre todo hay un valioso mensaje en torno al rol de la mujer en un ámbito patriarcal y machista, un aspecto que puede estremecer y generar rabia en quienes ven el largometraje, no sólo por las actitudes e injusticias del pasado que se reflejan en pantalla, sino además porque lamentablemente mucho de eso todavía se puede reconocer en el mundo actual. Pero de todos modos ese mensaje podría haberse entregado de manera menos obvia y evidente, más sutil y delicada.

FICHA TÉCNICA

  • Título original: «C’è ancora domani»
  • Director: Paola Cortellesi
  • Género: Comedia, drama
  • Duración: 117 minutos
  • Guion: Furio Andreotti, Giulia Candella, Paola Cortellesi
  • Con: Paola Cortellesi, Valerio Mastandrea, Romana Maggiora Vergano, Emanuela Fanelli, Giorgio Colangeli, Vinicio Marchioni, Francesco Centorame, Yonv Joseph
  • Producción: Lorenzo Gangarossa, Mario Gianani, Vindhya Sagar
  • Música: Lele Marchitelli