ANORA
por Joel Poblete
- Ganadora de la Palma de Oro en la competencia oficial del Festival de Cannes, la nueva película del reconocido cineasta Sean Baker no sólo está siendo elogiada por la crítica y los cinéfilos como uno de los mejores estrenos del año, sino además está sonando fuerte como posible nominada en la temporada de premios, incluyendo el Oscar.
Una de las películas que ha estado siendo mejor recibida el último tiempo en distintas latitudes por la crítica y los cinéfilos, ya llegó a la cartelera local: «Anora». Cuando tuvo su premiere mundial en mayo en la competencia oficial del Festival de Cannes, no sólo se convirtió en uno de los títulos más elogiados en esos días, sino además el jurado terminó otorgándole el premio máximo del certamen, la Palma de Oro. Seguirían sumándose nuevos comentarios positivos y aplausos en festivales como Toronto, San Sebastián, Nueva York y Londres.
Ya antes de eso había importantes expectativas entre los cinéfilos, porque se trataba de la nueva película de uno de los realizadores estadounidenses surgidos del cine independiente que ha estado teniendo una carrera más consistente y atractiva en la última década: Sean Baker, quien dirigió su primer largometraje en el año 2000, pero fue recién hace casi 10 años, en 2015 y a partir de la premiere mundial en el Festival de Sundance de su quinta película, «Tangerine», que comenzó a darse a conocer más ampliamente en los circuitos internacionales. Dos años después, su siguiente film, «The Florida Project», que debutó mundialmente en la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes, no sólo logró ser considerado entre lo más destacado del cine de 2017 para los críticos y cinéfilos, sino además figuró en la temporada de premios, culminando con una nominación al Oscar para Willem Dafoe como mejor actor secundario; hasta ahora era el único título de Baker que había tenido estreno comercial en Chile, porque por estos lados no vimos en cines su siguiente largometraje, «Red Rocket» (2021), que ahora al menos se puede ver en Netflix; con él nuevamente regresó a Cannes, en esta ocasión por primera vez en la competencia oficial. Actualmente, habiendo ganado la Palma de Oro en el certamen francés, no sólo terminó de confirmar y afianzar su sitial como un cineasta reconocido y admirado a nivel mundial, sino además muchos están pronosticando que figurará de manera destacada en los premios, nominaciones y listas que reconocerán a lo mejor del cine del 2024, incluyendo la probabilidad de nominaciones al Oscar.
Del cuento de hadas al «lado B» del retrato social
En teoría, la de «Anora» es una trama sencilla y que se parece a otras que ya hemos visto en películas en el pasado. La protagonista que da el título al film, Anora, prefiere que le digan Ani, es una joven escort y stripper que trabaja en un club nocturno de Brooklyn, y un día tiene especial química con un joven, hijo de un millonario ruso, con quien se va generando un lazo intenso donde el sexo va mezclándose con el romance, a tal punto que la protagonista parece estar viviendo un verdadero cuento de hadas, y se va dejando llevar por lo que está viviendo, aunque la situación no será tan fácil e idílica como parece. Es mejor no contar o adelantar más para no spoilear y además porque una de las cosas que más se disfrutan de esta película es su capacidad de sorprender, de capturar nuestra atención como espectadores y no soltarnos a lo largo de las casi dos horas y media que dura el largometraje.
A Anora no le gusta que le digan que es una prostituta, pero sea como sea, esta podría ser una típica historia de la mujer que se entrega a los hombres por dinero y por su mezcla de buen corazón con ingenuidad dependerá de lo que le depare el destino, pero acá su director y guionista agrega otros matices y situaciones que hacen que lo que nos cuenta se aleje del cliché y tome nuevos rumbos, emparentando a este relato con lo que ha estado desarrollando a lo largo de estas últimas dos décadas con su cine: retratos humanos y muy realistas de la sociedad estadounidense actual, del «lado B» del sueño americano, con personajes en momentos de decisión y que no encajan en el ideal del «american way of life». Sus sujetos pueden ser inmigrantes, transexuales, actores de cine porno venidos a menos o como en este caso, trabajadoras sexuales, pero sea como sea no son lo que habitualmente se relaciona con el ciudadano promedio de Estados Unidos.
Sexo, risas, intensidad y atractiva visualidad
La mirada de Sean Baker nunca los juzga a sus personajes y trata de alejarlos del estereotipo, logrando que se sientan creíbles y reconocibles en lo que hacen y conversan, además como él se ha encargado de reiterarlo desde el Festival de Cannes en adelante, no quiso mostrar una mirada estigmatizadora de las trabajadoras sexuales, sino acercarse a esa realidad con naturalidad y respeto; en esta nueva película, toda la primera mitad es una atractiva radiografía del ambiente en el que se desenvuelve Anora y la nueva realidad que empieza a vivir, y por su trama es inevitable que haya muchos desnudos y sexo de por medio, conformando un registro desinhibido y sensual, donde el erotismo a cambio de dinero se vive de manera libre, alegre y desenfadada; pero por el camino las cosas irán tomando rumbos diversos que harán que el relato se sienta más intenso, por momentos desbordado y sorprendente. Tratando de no adelantar mucho, se puede decir que los alcances morales y humanos de la historia conformarán un retrato social más profundo de lo que parecía originalmente, y aunque no es una comedia en el sentido clásico del término, nos reiremos mucho por distintas razones e instantes que van de lo absurdo a lo patético; pero también por diferentes motivos nos conmoveremos y nos quedaremos pensando… Definitivamente «Anora» no deja indiferente a sus audiencias, y es toda una experiencia tanto para sus protagonistas como para quienes la vemos en la pantalla.
Así como en la historia y su guion podemos encontrar elementos atractivos y que se relacionan y conectan con la filmografía de Baker, su puesta en escena y visualidad son otra razón para no dejar pasar esta película, y que también se emparenta muy bien con sus trabajos previos. La energía inagotable que suele caracterizar a sus personajes vuelve a estar presente acá, con un ritmo imparable y que recién en la última media hora parece dar un poco más de tregua al público, todo acentuado con el vibrante y por momentos frenético montaje a cargo del propio director; el uso de los colores y la luz es siempre uno de los elementos que distinguen a las películas de Baker, y así como en «The Florida Project» fascinaban los contrastes pictóricos y el tono kitsch de los edificios de la zona de los alrededores de Walt Disney World, y en «Red Rocket» también eran muy llamativas las luces, fachadas y decoraciones del pueblo de Texas al que regresaba el protagonista, en «Anora» vuelve a ser fundamental el despliegue de colores y luces, en especial en los neones de las escenas en el club nocturno, o cuando viajan a Las Vegas.
Hay un hermoso trabajo acá por parte del director de fotografía Drew Daniels, en su segundo largometraje consecutivo con el cineasta luego de «Red Rocket». Como en las películas previas, es marcado el contraste entre lo colorido y lo brillante del entorno de sus personajes, a diferencia de las vidas que les tocaron y la cotidianeidad que a menudo en verdad tiene muy poco de mágico o idealizado. Aunque se nota que este es el film con más producción que ha hecho Baker, su sello y tono son muy fieles al estilo que lo caracteriza, y en buena medida puede ser considerado su trabajo más contundente y logrado hasta la fecha.
Las sólidas actuaciones de Mikey Madison y el elenco
Otro rasgo que destaca en cualquier película de Sean Baker, y en particular en «Anora», es el desempeño de su elenco. En películas como «Tangerine» ya era fascinante su trabajo con actores no profesionales, personas que en muchos casos nunca habían actuado frente a cámara y sin embargo o quizás por lo mismo se sentían frescas, reales, espontáneas y llenas de vida; en «The Florida Project» y «Red Rocket» logró de manera notable que los no actores interactuaran de manera muy convincente junto a quienes ya tenían experiencia en cámara, ya fuera una figura tan reconocida como Willem Dafoe o un actor con indiscutible carisma y ecléctica trayectoria como Simon Rex.
En «Anora» no se da tanto esta experimentación, porque se contó con un reparto compuesto por actores y actrices que ya tenían experiencia previa, pero sea como sea es innegable que entre los aspectos más logrados del largometraje están las actuaciones, encabezadas por la magnética e irresistible Anora de Mikey Madison, actriz que ya destacó especialmente por su rol secundario pero memorable e intenso en «Había una vez en Hollywood» dirigida por Tarantino y también hace dos años en la elogiada secuela de «Scream» que reflotó esa franquicia de terror. Ella está increíble como Anora, conformando una de las grandes interpretaciones femeninas del año, y muchos están diciendo que podría estar nominada al Oscar. Junto a ella también se lucen los y las demás intérpretes, especialmente el joven mimado y antojadizo que encarna el ruso Mark Eidelstein, el silencioso y melancólico Igor que interpreta el también ruso Yura Borisov, o los dos divertidos guardaespaldas armenios que encarnan Karren Karagulian y Vache Tovmasyan. Baker es un gran director de actores y actrices, y sabe sacar muy bien partido de sus intérpretes.
A diferencia del resto de Latinoamérica, donde su debut comercial recién será a principios del próximo año, Chile es el único país de la región donde el estreno de «Anora» en la cartelera llegó ahora al mismo tiempo que en Estados Unidos y algunos países de Europa y Asia, así que hay que aprovechar que uno de los títulos más elogiados y comentados del año ya está disponible por estos lados. ¡La dejamos muy recomendada!
FICHA TÉCNICA
- Título original: «Anora«
- Director: Sean Baker
- País: Estados Unidos
- Año: 2024
- Género: Comedia, drama, romance
- Duración: 139 minutos
- Guion: Sean Baker
- Con: Mikey Madison, Mark Eydelshteyn, Yura Borisov, Karren Karagulian, Vashe Tovmasyan, Aleksei Serebryakov, Darya Ekamasova, Lindsey Normington
- Música: Matthew Hearon-Smith
- Producción: Sean Baker, Alex Coco, Samantha Quan
- Fecha de estreno: 31 de octubre
- Distribuidora/Plataforma: Andes Films