LA FABULOSA MÁQUINA DE COSECHAR ORO: UNA ENTRAÑABLE RELACIÓN PADRE E HIJO

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por Joel Poblete

Tras su estreno mundial en abril en el reconocido festival internacional de documentales Hot Docs en Canadá, el largometraje chileno «La fabulosa máquina de cosechar oro» ha estado teniendo un exitoso y premiado circuito de certámenes, además de positivos comentarios de la crítica y una buena recepción del público. Mejor Documental Iberoamericano en el Festival de Guadalajara, Mejor Documental Latinoamericano en el de Lima, y recientemente Mejor Película en la Competencia de Cine Chileno de Sanfic, son parte de los reconocimientos que ha recibido este film del director Alfredo Pourailly, que se ha estado exhibiendo en salas desde Arica a Punta Arenas a través del programa Miradoc.

CONSTRUYENDO UNA MÁQUINA PARA AYUDAR AL PADRE

El documental se centra en dos personajes, un padre y un hijo que viven en Tierra del Fuego. Jorge Gesell, más conocido como «Toto», es un hombre cercano a los 60 años que durante más de la mitad de su vida se ha dedicado a buscar oro, labor que lo lleva a desplazarse diariamente a 25 kilómetros de donde vive y en la que se mantiene como el último minero artesanal de la zona, pero aunque su salud se ha ido deteriorando (se lo dice directamente una doctora durante una consulta médica) no puede jubilar, por un lado porque carece de seguridad social, pero además porque a pesar de las exigentes condiciones de trabajo de todos modos es el oficio en el que se ha especializado durante décadas y se resiste a abandonarlo y conformarse con quedarse en casa. Su hijo, también llamado Jorge, es un vaquero joven que preocupado por la situación de su padre se ha decidido a diseñar y construir una máquina que le ayude a éste a extraer oro de manera mecánica, para así apoyar al progenitor y ayudarle a disminuir las crecientes dificultades físicas.

Cuando parte la película Toto cumple 56 años, estamos en 2017, y a lo largo de los años siguientes su director acompaña a Toto y su hijo mostrándonos su cotidianeidad, la rutina diaria del buscador de oro y los momentos que comparte con su hijo; a través de sus conversaciones no sólo podemos percibir la mezcla de rudeza y ternura de su relación, la muy particular personalidad de Toto y el sentido del humor que comparten, sino además vemos cómo pasa el tiempo (el padre escribe además a mano en un cuaderno que le sirve como una suerte de bitácora o diario de vida), de qué manera la vida analógica del minero contrasta con los cambios que implica la modernidad y cómo avanza la lenta construcción de la enorme máquina.

EL SILENCIO Y LA MÚSICA INCIDENTAL

Con un ritmo pausado y contemplativo, pero nunca monótono, atento a los detalles del día a día, Pourailly retrata a estos dos personajes con cercanía y sutileza, sin idealizar o enfatizar más de la cuenta la convivencia de padre e hijo, por lo que también podemos darnos cuenta de que ante la terquedad de un Toto «porfiado» y llevado a sus ideas, Jorge en más de una ocasión le tiene que estar llamando la atención como si el padre fuera él. Además de la visualidad que refleja la constante presencia de la naturaleza con esos solitarios paisajes australes, también da un adecuado contexto lo sonoro, con silencios que sólo se ven suspendidos por las conversaciones y por la bella música incidental de Karl Heortweard, que aparece de manera acotada y esporádica, pero muy efectiva y atmosférica.

Pocas veces en el cine chileno se ha retratado de manera tan cálida, entrañable y genuina el lazo y el cariño que puede unir a un padre y su hijo. Sin duda ayuda mucho en esto la personalidad simpática y espontánea de ambos protagonistas y cómo se complementan más allá de sus diferencias, además de la complicidad y confianza que se desarrolla a lo largo del tiempo entre ellos y el realizador, lo que permite que lo que vemos en pantalla se dé de manera fluida y natural, conformando uno de los documentales nacionales más logrados del último tiempo. 

FICHA TÉCNICA

  • Título original: «La fabulosa máquina de cosechar oro»
  • Director: Alfredo Pourailly De la Plaza
  • Género: Documental
  • Duración: 77 minutos
  • Guion: Alfredo Pourailly, Francisco Hervé, Javiera Velozo
  • Producción: Francisco Hervé, Annemiek Van Der Hell, Alfredo Pourailly, Daniela Raviola
  • Música: Karl Heortweard
  • Fecha de estreno: 5 de septiembre
  • Distribuidora/Plataforma: Miradoc