LA VIDA DE JAGNA: DRAMA Y CULTURA POLACA

• Siete años después de su elogiada y nominada al Oscar «Loving Vincent», la misma dupla de directores y guionistas están de regreso con esta adaptación al cine de una emblemática novela polaca. Una historia por momentos cruda y violenta, en la que nuevamente lo que más destaca es la increíble visualidad de la propuesta, gracias al minucioso y bello trabajo de pintar al óleo cada uno de sus momentos y escenas.

En octubre de 2017 se estrenó por estos lados la co-producción británica-polaca «Loving Vincent», que abordaba hechos y personajes reales en torno a la etapa final de la vida del célebre pintor holandés Vincent Van Gogh, aunque con al menos dos particularidades: de partida, en vez de ser una biografía tradicional u optar por un enfoque didáctico, la trama se decantaba por una particular mezcla entre drama y enigma policial; y por otro lado, este film era muy especial por su visualidad, ya que cada uno de los miles de cuadros que lo componían fue pintado a mano, en una paciente labor de más de un centenar de artistas, ocupando la misma técnica de Van Gogh e incluso homenajeando algunas de sus obras más reconocidas.

El resultado era innegablemente hermoso, con un enfoque envolvente y por momentos onírico y, si bien no iba más allá de la cáscara y no profundizaba en sus caracteres y su psicología, de todos modos la belleza formal y pictórica de su apuesta valía completamente la pena. Por lo mismo, es oportuno aprovechar de recomendarla para quienes aún no la han visto, ya que está disponible en la plataforma MUBI.

TENSIÓN EN LA ALDEA
Siete años después, la misma dupla creativa de «Loving Vincent», la pareja de directores y guionistas, que conforman la polaca DK Welchman y el británico Hugh Welchman, están de vuelta en la cartelera local con una nueva película realizada con la misma técnica de la anterior, pero esta vez adaptando a la pantalla grande una novela emblemática en Polonia desde su publicación entre 1904 y 1909, la obra más reconocida de uno de los autores más importantes de ese país, Wladyslaw Reymont, de quien este 2024 se conmemoran 100 años desde que ganara el Premio Nobel de Literatura, precisamente gracias a este texto.

Su título original, «Chlopi», se puede traducir literalmente como es conocida en inglés, «Los campesinos», pero acá llegó como «La vida de Jagna», título que anuncia de manera más directa en qué se centrará el intenso y dramático relato que se desenvuelve a lo largo de casi dos horas: a comienzos del siglo pasado, la estabilidad de una aparentemente bucólica y apacible aldea rural se ve cada vez más tensionada a medida que la manera en que una joven, Jagna, asume su libertad de elegir y vivir, es mal vista y cuestionada por los habitantes del lugar, demostrando una vez más lo certero que puede ser aquello de «pueblo chico infierno grande».

Estrenada mundialmente el año pasado en el Festival de Toronto y elegida por Polonia como su representante para la carrera al Oscar de Mejor Película Internacional, al igual que la novela original «La vida de Jagna» se desarrolla a lo largo de un año y través de cuatro partes, cada una en el transcurso de una estación, comenzando con el otoño. Como en «Loving Vincent» acá lo visual vuelve a ser lo que más resalta para el espectador, por la belleza incuestionable que consigue la minuciosa y detallista labor del equipo que pintó cada fotograma, que no sólo refleja de manera notable la luz, los detalles y los colores de cada una de las estaciones del año y cómo éstas influyen en el paisaje campesino, sino además en diversos momentos homenajea y establece guiños a clásicos de la plástica polaca y europea.

CONEXIONES CON LA ACTUALIDAD

Pero como también ocurría en el film anterior, los Welchman no profundizan lo suficiente en sus personajes, ni en las motivaciones e inquietudes internas que sugieren las situaciones en las que se ven envueltos. A nivel simbólico, todo queda bastante claro, porque estamos ante arquetipos, pero de todos modos da la impresión de que todo se queda más en la superficie, en lo externo y, como además la trama se hace un poco reiterativa a pesar de la progresión dramática, el ritmo y el desarrollo narrativo no siempre son todo lo fluido que podrían ser y el film se va alargando más de la cuenta.

Pese a ello, no se puede negar que está bien reflejada la por momentos asfixiante realidad que vive Jagna enfrentada al lado más salvaje y en algunos instantes brutal de ese mundo rústico, un entorno patriarcal, conservador e hipócrita dispuesto a aplastar a quienes traten de vivir su existencia de manera distinta a lo que dicta la tradición, en especial si se trata de una mujer joven. Uno de los elementos valiosos de esta idea es cómo una historia que transcurre en el campo polaco hace más de un siglo, retrata al mismo tiempo situaciones y problemáticas que por desgracia aún se dan en el mundo actual, lo que permite una vez más reflexionar sobre el rol de la mujer en la sociedad.

Entre los otros logros que se pueden destacar además de la belleza pictórica de lo que vemos en pantalla, están las actuaciones de un elenco sólido y creíble, que incluye desde figuras jóvenes hasta veteranos como Miroslaw Baka, a quien los más cinéfilos recordarán como el joven protagonista del «No matarás» de Kieslowski, y ahora es el áspero y severo terrateniente que se casa con la protagonista, quien al mismo tiempo es la amante del hijo de éste.

También hay que resaltar el gran trabajo en la atractiva y muy presente banda sonora, que incluye las composiciones de Lukasz Rostkowski junto a los sones folclóricos y festivos que aparecen en distintos momentos acompañando reuniones y festividades, mostrando así otro de los contrastes del film, que transita entre lo bucólico del paisaje, las alegres danzas, el complejo drama que va envolviendo a la protagonista y la crudeza e intensidad de aquellos momentos donde la violencia y el sexo salen a la superficie.

Peleas, violaciones, furtivos encuentros sexuales y muchas habladurías e injusticias serán elementos que irán apareciendo y no dejarán indiferente al público, en especial a medida que se acerca el desenlace. Es otro imperdible de la animación que llega a la cartelera local a través de la distribuidora Cinetopia, que en los meses previos también trajo destacados y elogiados largometrajes recientes de animación, como las nominadas al Oscar «El niño y la garza» y «Mi amigo robot». Pero en este caso, definitivamente es un trabajo más dirigido al público adulto.

FICHA TÉCNICA

• Título original: «Chlopi»
• Directores: DK Welchman, Hugh Welchman
• País: Polonia-Serbia-Lituania
• Año: 2023
• Género: Animación, drama histórico
• Duración: 114 minutos
• Guion: DK Welchman, Hugh Welchman
• Con: Kamila Urzedowska, Robert Gulaczyk, Miroslaw Baka, Sonia Mietielica, Ewa Kasprzyk, Cyprian Grabowski, Mateusz Rusin, Cezary Lukaszewicz
• Música: Lukasz Rostkowski
• Producción: Sean M. Bobbitt, Hugh Welchman