DESAFIANTES: MUCHO MÁS QUE TENIS

por Loreto González

El director Luca Guadagnino sorprende gratamente con esta comedia romántica que confirma, una vez más, su gran talento para mostrar el poder del deseo en las relaciones humanas

Zendaya es, sin duda, la actriz del momento y su talento queda una vez más demostrado en esta película del reconocido director Luca Guadagnino que, pese a tener como telón de fondo el tenis, no cae en el drama deportivo excesivo, sino que muestra un triángulo amoroso que atrapa desde el principio, gracias al carisma de sus protagonistas y el oficio del realizador.

Los actores sorprenden gratamente y no hay una sola manera de abordar esta cinta. “Desafiantes” es la historia de dos amigos inseparables, con una incipiente carrera en el tenis, que durante una competencia conocen a Tashi Duncan (Zendaya), una promisoria jugadora que se convierte en el objeto del deseo de ambos.

UNA ATRACCIÓN IRRESISTIBLE ENTRE ELLOS Y CON ELLA

Y comienza una carrera entre ellos para ver quién es capaz de conquistarla primero. Ella, astuta y manipuladora, descubre que puede divertirse y sacar provecho de lo que se esconde detrás de esa rivalidad, ya que Art Donaldson (Mike Faist, a quien conocimos como antagonista de la pareja central en la reciente versión de Amor sin barreras dirigida por Steven Spielberg) y Patrick Zweig (Josh O’Connor, el príncipe Carlos de las temporadas 3 y 4 de The Crown), se resisten a reconocer que existe una atracción irresistible entre ellos y con ella.

La mano de Luca Guadagnino se nota de inmediato. Responsable de éxitos como “Llámame por tu nombre” y ampliamente reconocido por la calidad y lo polémico de películas como «Suspiria» y «Hasta los Huesos», ahora con “Desafiantes” nos confirma su talento para mostrar el poder del deseo en las relaciones humanas. Como espectador vamos viendo cómo evoluciona y se transforma a lo largo del tiempo una historia de amor entre tres personajes, pero no de manera lineal.

El realizador aprovecha un torneo de tenis para hacer un movimiento constante entre el pasado y el presente, lo que va dándole sentido a la historia que, hasta ese momento desconocemos. Art, finalmente se queda con Tashi quien debe abandonar su ascendente carrera tenística debido a una lesión y se convierte en entrenadora y manager de su marido, con quien tiene una hija y una vida bastante confortable. Pese a tener una notable carrera, con reconocidos triunfos, Art ya está de capa caída y su ambiciosa pareja lo inscribe en un campeonato secundario para que repunte. Patrick, por otro lado, al perecer no tuvo la misma suerte y se perdió por la vida, al punto que no tiene dinero ni para el alojamiento.

DOSIS JUSTA DE DESEO, TENSIÓN E INGENIO

Sin caer en lo melodramático, con acertados toques de humor, “Desafiantes” equilibra muy bien el tono y ritmo, en las dos horas y 15 minutos que dura y que, en verdad, no se sienten. Nos habla de amores, celos, sueños frustrados, ambiciones, resentimientos y traiciones con las dosis justas de tensión, ingenio, sorpresa, talento e inspiración de una gran final deportiva. Yo no soy fanática ni seguidora del tenis, pero la película me encantó.

Guadagnino me sorprendió gratamente porque, pese a que se trata de un filme algo distinto y con mayor presupuesto que sus anteriores entregas, no hace que pierda su sello de estilo e inteligencia. Hay escenas que denotan virtuosismo técnico, pero también otras en donde predominan la elegancia y la obsesión, sin perder el humor. No digo muy a menudo que el guion es maravilloso y definitivamente, es una de las mejores películas de lo que va corrido del año.