ZONA DE INTERÉS

Foto de Joel Poblete

por Joel Poblete

Actualmente de 58 años y tras darse a conocer internacionalmente en los años ’90 en la publicidad y con sus videoclips para bandas como Radiohead, Blur, Jamiroquai y Massive Attack, en las últimas dos décadas el realizador británico Jonathan Glazer ha desarrollado además una sorprendente y llamativa incursión en el cine, con tres películas, de las cuales en Chile sólo se había estrenado en 2005 la segunda: Reencarnación (Birth). Ahora está de vuelta en la cartelera local con uno de los títulos más elogiados del último año y actualmente nominado a cinco Oscar: Zona de interés, su regreso al largometraje, una década después del anterior, la comentada y alabada Under the Skin, que nunca tuvo estreno comercial en nuestro país.

Desde su premiere mundial como parte de la competencia oficial en el Festival de Cannes, donde obtuvo el Grand Prix y además el premio Fipresci de la crítica internacional, lo nuevo de Glazer no sólo se ha convertido en su trabajo que ha generado mayor consenso entre la crítica y los cinéfilos, sino además ha estado permanentemente presente en la actual temporada de premios, incluyendo nominaciones en ceremonias de Estados Unidos como los Globos de Oro, Independent Spirit Awards y Critics Choice, así como en el Viejo Continente, con seis nominaciones a los Premios del Cine Europeo y nueve en los BAFTA, en ambos casos incluyendo categorías principales como Película y Dirección.

Como si no bastara con esos reconocimientos, por primera vez en su carrera Glazer tiene una presencia contundente en los Oscar: si bien en 2001 su ópera prima Sexy Beast logró una nominación como Mejor Actor Secundario para Ben Kingsley, sin duda no llega a ser tan contundente y exitosa como en esta edición de los premios de la Academia de Hollywood, con Zona de interés nominada a cinco estatuillas, incluyendo tanto Mejor Película como Mejor Película Internacional, y con el realizador nominado tanto en Mejor Dirección como en Mejor Guion Adaptado, además de la nominación que el film obtuvo en Mejor Sonido. Un inmenso logro, más aún considerando que en buena medida se trata de la película menos transversal y accesible de las 10 nominadas al Oscar como Mejor Película.

ESTA NO ES CUALQUIER REVISIÓN DEL HOLOCAUSTO

Sí, porque en apariencia este filme podría ser sólo una enésima revisión al Holocausto nazi. A partir de la novela homónima de 2014 escrita por el reconocido autor inglés Martin Amis -quien falleció en mayo del año pasado, precisamente el día del estreno mundial de esta adaptación fílmica-, Glazer sólo tomó algunos detalles básicos y generales del texto original y desarrolló una película que nos muestra el día a día de una familia que vive una distendida y bucólica cotidianeidad, a pesar de un «detalle» no menor: la encantadora y amplia casa en la zona rural donde viven se encuentra ubicada en Auschwitz. Están en plena Segunda Guerra Mundial y el padre de familia es Rudolf Höss, el comandante del tristemente célebre campo de concentración, ubicado a pocos metros de su vivienda.

Si alguien pudiera imaginar que con esta premisa podríamos ver en pantalla algo parecido a otras cintas ambientadas en ese ámbito del conflicto bélico que han tenido importante presencia en los Oscar e incluso han ganado estatuillas -desde La lista de Schindler y La vida es bella a El hijo de Saúl-, estaría muy equivocado, porque nadie que haya visto Under the Skin podría esperar de Glazer una mirada simple y convencional de un tema como este.

Aunque lo que vemos durante prácticamente todo el filme es la apacible rutina diaria de los Höss, sus paseos para bañarse en el río, sus reuniones sociales y visitas o las interacciones con sus sirvientes, es inevitable que el espectador tenga presente en casi todo momento la siniestra y terrible realidad que está ocurriendo al otro lado de los muros que se divisan del cercano campo de concentración. No la vemos, pero la intuimos, y eso le da una carga y connotación muy especial a todo lo que contemplamos en pantalla, como una nueva dimensión del concepto de «banalidad del mal» que siempre se termina teniendo en cuenta al hablar y retratar a los opresores en esos tiempos oscuros y horrorosos.

LO SONORO COMO ELEMENTO EXPRESIVO Y NARRATIVO

El recurso del fuera de campo para permitirnos adivinar o sospechar lo que puede estar sucediendo con los prisioneros es canalizado a través de lo sonoro, que con justicia ha sido resaltado como lo más notable de Zona de interés; y eso que aquí hay otros aspectos muy dignos de elogios, porque es verdad que hay un excelente trabajo de dirección de arte y ambientación de época, realzado por la fotografía del polaco Lukasz Zal, dos veces nominado al Oscar por su espléndido trabajo en blanco y negro en Ida y Cold War, y también destacado en títulos como Dovlatov; y no se puede negar lo efectivo y creíble que es el elenco, encabezado por Christian Friedel (en un gran acierto de casting al encarnar acá al comandante nazi, considerando que en 2009 interpretó al profesor en La cinta blanca de Michael Haneke, ambientada antes de la Primera Guerra Mundial pero que ya nos permitía intuir la semilla del nazismo) y la siempre sólida Sandra Hüller, en un rol muy distinto al que la tiene actualmente nominada por primera vez al Oscar por la otra postulante a Mejor Película y Dirección que protagoniza y también está en cartelera, Anatomía de una caída.

Pero por sobre esos elementos, es efectivamente la manera en que se emplea lo sonoro lo que le da el tono definitivo y tan particular a esta propuesta. A quienes ya conocen y admiran la filmografía de Glazer no les sorprenderá, ya que basta con pensar en la inolvidable escena del rostro de Nicole Kidman mientras asiste a la función de ópera en Reencarnación, o recordar las secuencias que mezclaban sensualidad y pesadilla alienígena al ritmo de la perturbadora banda sonora de Mica Levi en Under the Skin, para tener claro que el realizador inglés posee una particular habilidad tanto para conjugar como generar contrastes entre lo visual y lo que escuchamos (o creemos escuchar), algo que probablemente desarrolló o aprendió al trabajar en videoclips.

Acá el soundtrack nuevamente está compuesto por Levi, una de las creadoras más interesantes en la música de cine actual -además de Under the Skin, también se lució por ejemplo en sus trabajos con cineastas latinoamericanos, en Jackie de Pablo Larraín, por la cual fue nominada al Oscar y en Monos de Alejandro Landes-, aunque acá su partitura está más dosificada y acotada y aparece sólo en momentos muy específicos, pero cuando surge es tremendamente efectiva, como por ejemplo en el impresionante efecto que consigue en los créditos finales. Y es el cuidadoso diseño sonoro el que ejerce el influjo principal de Zona de interés, con los sonidos que nos indican lo que podría estar pasando en el campo de concentración, aunque no lo vemos, lo que contribuye a las sensaciones que nos deja la película, que van del desasosiego y la inquietud, al desagrado y algo muy parecido al terror. Entre otras cosas, porque si bien para muchos críticos y cinéfilos estamos ante la película que realmente debió ganar la Palma de Oro en Cannes, el filme del año o incluso la década, para varios espectadores su particular ritmo, manejo del tiempo cinematográfico y el tono frío, casi clínico, de la puesta en escena (salvo por algunos detalles, sorpresas y digresiones visuales y narrativas que es mejor no adelantar para no spoilear), no terminarán de convencerlos, generando incluso decepción y hasta aburrimiento. Definitivamente no es para todos los gustos, pero lo que provoca y la diversidad de opiniones y conversaciones que puede motivar, demuestran que no estamos ante cualquier película.

  • Título original: The Zone of Interest
  • Director: Jonathan Glazer
  • País: Inglaterra-Polonia-Estados Unidos
  • Año: 2023
  • Género: Drama histórico
  • Duración: 105 minutos
  • Guion: Jonathan Glazer
  • Con: Christian Friedel, Sandra Hüller, Johann Karthaus, Nele Ahrensmeier, Luis Noah Witte, Lilli Falk, Medusa Knopf
  • Música: Mica Levi
  • Producción: Ewa Puszczynka, James Wilson
  • Fecha de estreno: 15 de febrero
  • Distribuidora/Plataforma: Diamond Films

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